En el marco del Día de la Mujer hoy quiero acercarme a 3 ideas que se encuentran en el imaginario en torno a las mujeres con discapacidad y que necesitamos deconstruir si queremos aproximarnos a una sociedad más inclusiva. Son muchas las ocasiones en que percibo que estamos ausentes en los discursos y estas cuestiones me parecen vitales para visibilizar y cuestionar mitos y tabúes. De ese modo empezaremos a pensar a la mujer con discapacidad desde sus derechos como mujer y no desde su discapacidad.
LA MUJER CON DISCAPACIDAD NO ES BELLA
Es más que común pensarla como alguien que tiene un problema o una falencia y este preconcepto suele profundizarse en el caso de las mujeres que día a día son anuladas en discursos publicitarios, en el ámbito de la moda e imagen. Y si bien en este último tiempo surgieron avances, pareciera ser que la mujer con discapacidad está lejos de concebirse como una mujer real.
LA MUJER CON DISCAPACIDAD NO PUEDE TRABAJAR
En el ámbito laboral la doble exclusión y marginación se hace presente al no concebirse a la mujer con discapacidad, por ejemplo, como maestra, médica, jefa de una oficina a cargo de personal, abogada. Es así que se sigue perpetuando la imagen de la mujer con discapacidad pasiva, incapacitada y que no puede.
LA MUJER CON DISCAPACIDAD NO TIENE RELACIONES Y NO PUEDE SER MADRE.
Si hay tabúes en torno a las mujeres con discapacidad son los referentes a las relaciones amorosas y maternidad. Nos cuesta imaginar a una mujer con discapacidad que decide tener pareja, a lo mejor se casa (o no, será su decisión) y es madre (también es su decisión).
…
Las decisiones de las mujeres con discapacidad deben ser nuestras y no pueden seguir estando sujetas al entorno que excluye, discapacita y mantiene una lógica que piensa un solo tipo de cuerpo. Para eso es fundamental que seamos visibilizadas e incluidas en los discursos. Es hora de que la mujer con discapacidad sea, también, mujer para el mundo.